No quiero hablar de eso

A raíz del último programa de Buenafuente donde entrevista a Ana Pastor, he podido ver varias secuencias donde Ana ponía en serios aprietos a diversos políticos, los cuales se negaban a contestar o daban el silencio como respuesta.

Esperaba que a raiz de esas secuencias se abordara el problema de fondo, pero todo quedó en “que cañera es Ana Pastor” y la auto complacencia. Grave error, porque la noticia no debería ser: “Ana Pastor pone en aprietos a X, que maja ella”; si no “X no responde a las preguntas, al cementerio político YA”.

Y ese es el problema de perspectiva, que el señor X que vive de nosotros (o sea el pueblo español); se niega a hablar de problemas reales que nos afectan directamente (me da igual su vida política, excepto cuando su mujer se va de viaje a expensas de mis impuestos). La lógica nos diría que ese personaje debería estar muerto políticamente al día siguiente y excluido en una caverna por los siglos de los siglos; ya que responde ante nosotros, ante el pueblo.

De lo que deduzco que actualmente estamos sometido bajo una oligocracia que le da igual la opinión del pueblo porque, adivina.... no tienen a nadie más a quien votar, solo a ellos. Por eso no hay listas abiertas (por ejemplo), y la gente no sabe a quien vota regionalmente, solo al “presidente”.

Mientras, cuando hay elecciones (y cuando no también) intento convencer a la gente que vea más allá de PPSOE, que busque, que piense y deje de ideologías estúpidas que los hace aborregarse. La democracia según la RAE: “Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno” y yo no veo ese intervencionismo en ningún sitio; políticos corruptos que no dimiten, negarse a hablar de asuntos importantes, mentiras, desinformación, etc. O quizá es que el pueblo es justo eso....

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