La Universidad, ese gran mito.
El sistema educativo está pasando por un momento delicado acrecentado por la crisis. Nuestros padres nos han inculcado desde pequeños que para que una persona sea alguien, tiene que pasar por la Universidad; sí o sí.
La Formación Profesional estaba muy mal vista; sólo los “tontos” o “vagos” no iban a la Universidad y elegían la FP.... Bien, este maravilloso ideal de hacer que todo el mundo sea universitario ha sido un desastre.
Actualmente hay una ingente masa de universitarios en paro o en trabajos precarios de no ya 1000€, si no 500€ o 600€ (sin seguridad social, por supuesto); los cuales tienen buenos estudios, idiomas y están preparados (o eso dicen, que la Universidad muchas veces no prepara). Pero miran de reojo como los jóvenes (y no tan jóvenes) que salieron de FP tienen muchas veces un trabajo mejor pagado que ellos (ya sea porque salieron antes al mercado laboral o porque hay menos gente cualificada de lo suyo); mientras se maldicen a ellos mismos por haber acabado una carrera sin ni siquiera vocación.
Teóricamente, estudiar en la Universidad es invertir en tu futuro para que después puedas estar mejor posicionado y el sueldo es mas alto para equilibrar tus años de formación. ¿Qué sucede cuando la teoría no se refleja en el mercado laboral? ¿Por qué esa alergia a los trabajos manuales de nuestros padres para nosotros?
Ahora nosotros nos damos cuenta del error monumental y la gran mentira inculcada; mientras nuestros padres nos dicen que hay que empezar desde abajo.... El problema es justo ese, empezar. Si no se empieza no se llega a ningún lado. Si estas de empresa a empresa cada 6 meses o 1 año porque no quieren hacerte un contrato fijo, no puedes empezar. Claro, si hay otra persona como tú detrás esperando ese trabajo muerto de hambre, ¿para qué se va a molestar el jefe de turno en contratar indefinidamente? Tiene una legión de personas con el mismo conocimiento llamando a su puerta todos los días. Esto evidentemente no es muy inteligente por su parte, pero lo dejo para otro artículo.
Al final estamos pagando los errores de nuestros padres y los nuestros. Hay gente que a pesar de eso, siguió su sueño e hizo lo que realmente quería a pesar de los obstáculos. Los demás fuimos como borregos al corral, y ahora estamos en medio del monte, en la oscuridad absoluta y escuchando los aullidos de los lobos acercarse lentamente mientras el pastor se ha descubierto como una ilusión ante nuestros ojos.
¡Muy bien! ¡Sí, señor! Así se habla.
ResponderEliminarFirma: el conejo blanco.